miércoles, 2 de abril de 2014

Ojos abiertos...

Hoy entendí que los días feriado cuando se los vive del todo valen por dos. Es como que se recupera un poco de todo ese tiempo perdido. Días que redimen nuestro descuido, nuestra distracción diaria. Hoy fue uno de esos días así que me voy a dormir sin ansiedad ni culpas, a dormir del todo.
Pero cuidado que para que te pase esto tenés que andar un poco más despierto que de costumbre. No abriendo fuerte los ojos. Más bien con los ojos abiertos por dentro (como dijo Borra).
Y entonces se des-cubren certezas. Esas que creías entender de memoria pero para las que andabas más bien sordo, sordo por dentro.
La certeza de este día es una que vengo viviendo hace unos días sin darme cuenta del todo. Y es esta: no puedo saber nada de lo que va a suceder. No es posible saber nada de nada de lo que va a pasar. Y no me acuerdo de haberme sentido más libre alguna vez. Solté el control. Dejé de forzar. Que sea lo que va a ser de todos modos, más allá de mí y de todos.
Y asomó otra un poco más tímida: Si imagino menos entonces veo más.  

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