domingo, 27 de marzo de 2011

de paseo

Ella le dice de salir a dar una vuelta. El contesta algo resagado. Ella le tira un Dale! con sonrisa cómplice. El le alcanza su dedo por donde ella sube corriendo, trepando con esfuerzo por todo el brazo, sorteando los pliegues y huecos de la camisa arremangada del gigante hasta llegar a su hombro donde se agarra con fuerza pero confiada. El se agacha un poco y traspasa la puerta. No eligen rumbo. Van charlando y el camino se vuelve solo una excusa. Allá arriba ella siente como el viento le mueve algunos pelitos. El da pasos de gigante, de qué sino, dejando huellas profundas, llenas de humildad. Ella le señala algo en el camino. El la deja bajar apoyando una mano en el piso. Allí abajo ella se carga una hojita diminuta en el lomo y empieza a caminar un poco zigzagueando. El levanta el resto de las hojas en un solo dedo y así van los dos, a paso de hormiga arrastrando sueños gigantes.

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